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La DEA detiene dominicano con 52 kilos de cocaína en yucas plásticas.

Nueva York.- La DEA detuvo en un apartamento de el Bronx al dominicano Francisco Ramírez de 46 años de edad con 52 kilos que escondía en el interior de yucas falsas, hechas de un material plástico, tan idéntico al del tubérculo real, que la diferencia era casi imperceptible. Pero gracias a un perro K-9 olfateador de narcóticos y a la avanzada tecnología de la DEA, los federales lograron detectar la droga. Ramírez, fue observado el miércoles por agentes federales que investigaban tráfico de heroína en la zona, cuando cargaba una mochila y estaba entrando a un vehículo, dijeron las autoridades.

Los oficiales interrogaron a Ramírez y registraron su mochila, donde había $100.000 dólares en efectivo. También hallaron ocho sobres de papel cristal de heroína, cinco bolsitas de cocaína, 19 paquetes de crack y una bolsa de marihuana en el bolsillo, según el comunicado de los federales.

Un perro K-9 de la policía de Nueva York llamado “Lexy” alertó a los investigadores sobre más drogas en el maletero del carro que abordabas Ramírez y que estaban dentro de ocho yucas falsas de plástico, que él rellenó de cocaína.

Después de detenerlo, los federales consiguieron una orden de registro y allanaron su apartamento el sector Soundview de El Bronx, donde encontraron otras 96 yucas falsas también rellenas con cocaína. También le incautaron 500 gramos de heroína, otros 20 gramos de cocaína, $225.000 en efectivo, una máquina contadora de dinero y una escala digital.

Ramírez es acusado de posesión criminal de sustancias controladas con intención de traficarlas. Su apartamento está al otro lado de la calle de la escuela pública PS 196, y sus vecinos se asombraron al enterarse del allanamiento y la confiscación de las drogas.

"Siento miedo porque está demasiado cerca," dijo la dominicana Aleyda Núñez, de 43 años, cuya hija asiste a la referida escuela primaria.

"Es peligroso para los niños y para mi familia también", dijo el boricua Adrian Morales de 27 años, que tiene una hija de 7 años de edad, que va a la misma escuela.

Por Miguel Cruz Tejada